Por medio de la presente reseña filmográfica, se pretende analizar la representación de la ideología en la película de ciencia ficción They Live (1988) del director John Carpenter, con base en los enfoques teóricos marxistas-estructuralistas y hermenéuticos-discursivos. El primer enfoque privilegia la concepción del Estado, no sólo como un instrumento de coerción de la clase dominante, sino también como un ente integral que promueve la hegemonía cultural. No obstante, a diferencia de las visiones ortodoxas de la ideología provistas por Karl Marx y Friedrich Engels en La sagrada familia [1844], las nuevas interpretaciones de la ideología desde las perspectivas marxistas-estructuralistas acentúan su carácter simbólico y cultural. Gracias a Antonio Gramsci y a Louis Althusser, la ideología se entiende como un proceso de reproducción cultural de las condiciones materiales de dominación, y no solo como su mero correlato. Con el fin de reforzar las ideas anteriores, a partir de las propuestas de Slavoj Zizek y de Paul Ricoeur, se trae a colación la ideología como un elemento que moldea la percepción de la realidad y promueve la aceptación de una identidad social determinada.

Para empezar, se va a desarrollar una breve sinopsis de la película They Live. La trama gira en torno a John Nada (interpretado por Roddy Piper), un hombre sin hogar que llega a Los Ángeles en busca de oportunidades. Tras conseguir empleo en una obra en construcción, Nada comienza a notar una serie de eventos raros, como un comedor social falso que oculta un laboratorio y una redada policial en una iglesia, además de observar comportamientos extraños en las personas a su alrededor. Durante su investigación, Nada descubre una caja de cartón que contiene varios pares de gafas de sol, las cuales descubre que son lentes especiales capaces de mostrar la verdadera realidad del mundo que le rodea. A través de estas gafas, Nada descubre la existencia de una raza alienígena que ejerce un control y dominio sobre la sociedad humana mediante la manipulación de los medios de comunicación, el control de las instituciones públicas y la emisión de mensajes subliminales que promueven el consumismo y la sumisión. Tras descubrir esta verdad, Nada se une a la resistencia humana, cuyo objetivo es exponer la realidad de su mundo y desenmascarar a los invasores alienígenas. Al final de la película, tras enfrentarse a persecuciones y enfrentamientos con los alienígenas y la fuerza policial, Nada logra mostrar la verdad a la sociedad, al destruir el transmisor que emite los mensajes de dominación hacia los seres humanos, revelando a toda la población la manipulación que se ejercía por medio de estos mensajes y la existencia de esta raza alienígena ante la humanidad.

1. Gramsci y Althusser: la noción marxista-estructuralista de ideología

Para entender la representación ideológica en la película, es necesario contextualizar el concepto de ideología desde la visión marxista. Según la perspectiva marxista tradicional, “la ideología es para Marx un bricolaje imaginario, un puro sueño, vacío y vano, constituido con los “residuos diurnos” de la única realidad plena y positiva, la de la historia concreta de individuos concretos, materiales, que producen materialmente su existencia” (Althusser, 1988, p. 41). De esta forma, la ideología se entiende como una falsa conciencia, un conjunto de ideas y representaciones sobre la realidad de los individuos, que surge por medio de relaciones de producción específicas en un tiempo dado. No obstante, esta concepción puede resultar reduccionista para abordar la representación ideológica en They Live. Por ende, se adoptará una visión marxista-estructuralista, desde la teoría de la hegemonía cultural del filósofo marxista, Antonio Gramsci. Este último entiende el concepto de ideología como “«el terreno de una lucha incesante entre dos principios hegemónicos», es un campo de batalla en el cual las clases principales luchan por apropiarse de los elementos ideológicos fundamentales de su sociedad para articularlos en su discurso” (Mouffe, 1985, p. 131). Desde esta perspectiva, la ideología no es simplemente una construcción social de una clase dominante, la clase burguesa, que impone una falsa conciencia, como sugiere la visión tradicional, sino que se presenta como una lucha ideológica donde se articula el principio de la hegemonía, que implica la dirección política, intelectual y cultural de la sociedad. Con estos elementos ideológicos, la clase social dominante, v.g. la clase burguesa, moldea la visión del mundo y establece una definición de la realidad desde su posición hegemónica.

De igual forma, desde la concepción gramsciana de hegemonía, la ideología de la clase social dominante se refiere a: “la capacidad que tiene una clase dominante de articular a sus intereses los de otros grupos, convirtiéndose así en el elemento director de una voluntad colectiva, y también el aspecto de la dirección intelectual y moral, que indica las condiciones ideológicas que deben ser cumplidas para que sea posible una semejante voluntad colectiva, la manera en que ésta será “cimentada” (Mouffe, 1985, p. 130). En otras palabras, la hegemonía va más allá del ejercicio de un poder político que logre unificar una voluntad común o colectiva entre los individuos de una sociedad, también implique la reproducción de la dirección moral e intelectual que logra perpetuar su dominio sobre y en la sociedad.

Pero, ¿cómo se reproducen las condiciones de producción para el mantenimiento hegemónico de una clase social? El filósofo francés, Louis Althusser, establece que “una formación social que no reproduzca las condiciones de producción al mismo tiempo que produce, no sobrevivirá siquiera un año. Por lo tanto, la condición final de la producción es la reproducción de las condiciones de producción” (Althusser, 1988, p. 9). Lo anterior implica que toda estructura social debe producir y reproducir las condiciones en las que se basa para mantener la continuidad y estabilidad de una formación social.

A partir de esta premisa, Althusser expone su teoría sobre el funcionamiento de una ideología dominante, que se lleva a cabo a través del Estado mediante dos componentes fundamentales: los Aparatos de Estado (AE) y los Aparatos Ideológicos de Estado (AIE). El primero implica que “el aparato de Estado en cuestión ‘funciona mediante la violencia’, al menos en situaciones extremas (ya que la represión administrativa, por ejemplo, puede adoptar formas no físicas)” (Althusser, 1988, p. 24). Esto significa que los AE son las instituciones y mecanismos que usa el Estado para ejercer dominio y mantener el orden social desde una perspectiva coercitiva. Estos aparatos garantizan la estabilidad y reproducción de las relaciones de producción existentes, los cuales comprenden el gobierno, la administración, el ejército, la policía, los tribunales y las prisiones. Mientras el segundo, se refieren a “cierto número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y especializadas” (Althusser, 1988, p. 24). En otras palabras, estos aparatos no coercitivos del Estado operan a través de la persuasión al transmitir valores, creencias y normas que legitiman el modelo de producción existente. Entre los AIE se encuentran las instituciones religiosas, educativas, familiares, jurídicas, políticas y culturales, entre otras, las cuales se encargan de que la sociedad internalice y perpetúe las relaciones sociales y de producción establecidas.

En conclusión, la noción marxista-estructuralista de ideología, como la desarrolla Gramsci y Althusser, trasciende la visión tradicional de Marx que la considera como una falsa conciencia impuesta por la clase dominante para perpetuar su control. Sino que se presenta como un espacio de lucha entre distintos grupos sociales, en el cual la hegemonía cultural de la clase burguesa articula sus intereses con los de otros grupos sociales, dirigiendo moral e intelectual a la sociedad con el fin de configurar una voluntad colectiva. Esta dirección social se perpetúa mediante dos mecanismos: los Aparatos de Estado (AE), que emplean la coerción para mantener el orden y la estabilidad social, y los Aparatos Ideológicos de Estado (AIE), que recurren a la persuasión para difundir valores, creencias y normas que legitiman el sistema de producción existente. A través de estos dispositivos, se consolida y justifica el modelo económico, político y social predominante.

2. Ricoeur y Zizek: la noción psicoanalítico-hermenéutica de ideología

A pesar de la concepción predominante de la ideología como un proceso legitimador, mediante el cual se consolida y promueve una voluntad colectiva en favor de la clase hegemónica dominante, la clase burguesa. El filósofo Paul Ricoeur, desde una noción psicoanalítico-hermenéutica, argumenta que la ideología no se limita a una cuestión de producción y reproducción de los medios de dominación existentes. Ricoeur expone que la ideología también puede experimentar deformaciones a través de cambios sociales o integraciones que resultan de la aceptación de una cohesión social. En este sentido, resulta fundamental comprender la función específica de la ideología no solo desde su función legitimadora, sino también desde su capacidad deformadora e integradora en una sociedad.

La función deformadora de la ideología, según la lectura de Paul Ricoeur de las ideas de Marx, es la capacidad para generar una dicotomía u oposición entre la realidad y la ideología, siendo esta última capaz de distorsionar la percepción y comprensión de la realidad al presentar una imagen distorsionada de la misma. Ricoeur basa esta noción en la afirmación de Marx de que “lo ideológico es lo imaginario opuesto a lo real” (1994: 110). Por tanto, “lo material y lo real son exactamente sinónimos, así como lo son lo ideal y lo imaginario” (Ricoeur, 1994, p.  156). En este sentido, la ideología no sólo legitima al orden social establecido, sino que también puede influir en la percepción de esta realidad. En donde se producen cambios en los elementos de los modelos de producción existentes, lo que resulta en la transformación de las características identitarias o visiones de la realidad en la sociedad. Sin embargo, estos cambios están orientados hacia la perpetuación de los intereses de la clase dominante del momento, al justificar estas transformaciones sociales con el fin de mantener un status quo en la sociedad.

La función legitimadora de la ideología, según Ricoeur, se fundamenta en el concepto weberiano de dominación, dado que en el pensamiento de Weber no se plantea el concepto de ideología. Desde esta perspectiva, la ideología tiene como objetivo principal legitimar la autoridad de la clase dominante, en este caso la clase burguesa. Ricoeur menciona que esto implica “agregar cierta plusvalía a nuestra creencia a fin de que nuestra creencia pueda satisfacer los requerimientos de la autoridad […], consiste en llenar la brecha de credibilidad que existe en todos los sistemas de autoridad” (Ricoeur citado por Vargas, 2008, p. 157). En otras palabras, la ideología es un agregado de la dominación, en cuanto establece una relación entre el mandato y la obediencia al buscar otorgar validez y justificación a las instituciones, valores y creencias dominantes, mediante un sistema de motivaciones legítimas establecido por una autoridad, clase burguesa, con el fin de mantener el orden social existente.

La función integradora de la ideología, parte de la perspectiva del antropólogo Clifford Geertz y se encuentra vinculada con la noción de utopía, al explicar cómo estos dos elementos son capaces de construir una identidad social. De acuerdo con Ricoeur, “la ideología y la utopía permiten la elaboración y representación de un Nosotros, en donde la legitimidad contractual cede a la legitimidad asociativa, dando lugar al establecimiento de comunidades (Gemeinschaften)” (Vargas, 2008, p. 158). Esto implica que la ideología y la utopía dan paso a la formación de un sentido de pertenencia a un grupo o comunidad, mediante la adopción de creencias, valores o símbolos compartidos y socialmente aceptados. Es así que se promueve una legitimidad asociativa en la que la sociedad misma fomenta la cohesión social y contribuye al mantenimiento del orden establecido.

Pero, ¿cómo se puede justificar que una sociedad sea capaz de construir una identidad social aceptada a partir de la ideología de una clase social dominante? El filósofo y psicoanalista Slavoj Žižek sostiene que esto se explica por medio de la comprensión del “secreto” de los conceptos de mercancías de Marx y sueños de Freud. Žižek sostiene que “se trata de eludir la fascinación propiamente fetichista del “contenido” supuestamente oculto tras la forma: el “secreto” a develar mediante el análisis no es el contenido que oculta la forma (la forma de las mercancías, la forma de los sueños) sino, en cambio, el “secreto” de esta forma” (Hernández, 2006, p. 154). Lo que quiere decir con esto es que el “secreto” detrás de Freud con los sueños y el de Marx con las mercancías radica en que lo que está oculto en la realidad es en sí mismo la realidad. En el caso de Freud, el “secreto” está en la interpretación de los sueños, que revelan deseos inconscientes que moldean la conducta y percepción del individuo. Y, el “secreto” detrás de las mercancías de Marx radica en mostrar que su valor no se deriva únicamente de las relaciones económicas, sino de las relaciones sociales y de producción. Es decir, que la realidad misma es la ideología, no es un “secreto” o algo oculto, sino que está configura a partir de normas y creencias, una identidad social aceptada, lo que impide a la sociedad reconocer las estructuras de poder y explotación que la sostienen.

En conclusión, la noción psicoanalítico-hermenéutica de ideología expuesta por Ricoeur y Žižek, da cuenta de cómo la ideología no se limita simplemente a los procesos de dominación y coerción descritos por Gramsci y Althusser, sino que también aborda la aceptación social de esta dominación por parte de la sociedad. Ricoeur nombra cómo la ideología puede adoptar roles deformadores, al distorsionar la percepción de la realidad, legitimadores, al mantener la autoridad de la clase dominante e integradores, al construir cohesión social y legitimidad colectiva en la configuración de la realidad social percibida. Por otro lado, Žižek, mediante el concepto del “secreto” en los sueños de Freud y las mercancías de Marx, demuestra cómo la sociedad puede aceptar y adoptar una identidad social basada en la ideología de la clase dominante, donde la ideología misma se convierte en la realidad de la sociedad. Esto sugiere que, aunque las estructuras de poder y explotación son visibles, no siempre son percibidas como tales, lo que perpetúa su función de dominación por parte de una clase dominante hacía la población.

3. They Live bajo la concepción de Gramsci y Althusser

En They Live, se ilustra el concepto de hegemonía cultural de Gramsci en la escena en la cual el protagonista, Nada, descubre al ponerse las gafas de sol cómo es su verdadera realidad, al observar un billete, que para él significaba un valor monetario y que en realidad es un papel en el que se lee “Esto es tu Dios”. Este ejemplo evidencia cómo se articula la dirección política, intelectual y cultural de una sociedad con el fin de mantener una posición hegemónica, donde los alienígenas, que representan a la clase dominante, logran dirigir la voluntad colectiva de los ciudadanos hacia sus propios intereses. En este caso, los mensajes subliminales como los del billete buscan promover el consumismo y la obedecía, reforzando la ideología de los alienígenas y perpetuando así su dominio sobre la población, entendiendo que se deben reproducir las condiciones de producción para mantener un control sobre la sociedad.

De manera similar, en la película se evidencia la producción y reproducción de las condiciones sociales de dominación a través de los conceptos de Aparatos de Estado (AE) y Aparatos Ideológicos de Estado (AIE) de Althusser, mediante dos escenas. En la primera escena, Nada se enfrenta a un policía que resulta ser un extraterrestre. Este policía, como agente de un Aparato de Estado (AE), intenta silenciar y controlar a Nada mediante el uso de la violencia física. Es por esto que la escena ilustra cómo el Estado recurre a la coerción a través de sus aparatos represivos, como la policía, con el objetivo de garantizar la estabilidad y la reproducción del orden social establecido, así como su función de disipar cualquier forma de resistencia o disidencia que pueda poner en peligro la hegemonía de la clase dominante, los alienígenas.

La segunda escena, aunque podría parecer irrelevante en la trama de la película, logra de manera sutil exponer el funcionamiento de los Aparatos Ideológicos de Estado (AIE). En esta escena, Nada intenta conseguir trabajo en una oficina de empleo y se presenta el proceso de reclutamiento laboral, el cual es un elemento fundamental de los aparatos ideológicos del Estado en cuanto a la reproducción de las relaciones de producción. La oficina de empleo actúa como un dispositivo que perpetúa la ideología del trabajo asalariado y la importancia de la contribución individual a la economía capitalista, entendiendo que este es aparentemente el tipo de sociedad que buscan los alienígenas. A través de este aparato ideológico, se refuerzan valores como el estudiar para conseguir un empleo o la aspiración de un ascenso social a través del trabajo, lo que contribuye a la estabilidad del sistema económico, social y político de los alienígenas.

4. They Live bajo la concepción de Ricoeur y Zizek

En “They Live”, se pueden observar la función deformadora, legitimadora e integradora de la ideología según la perspectiva de Ricoeur a través de tres escenas. En la primera escena, Nada, usa las gafas de sol a su alrededor y es capaz de observar su verdadera realidad. Al colocarse las gafas, Nada visualiza mensajes subliminales dispersos en su entorno, como “Obedezca”, “Consumir”, “Comprar” y “Trabaja 8 horas”, entre otros. En este momento se ilustra la función deformadora de la ideología al tener esta la capacidad de distorsionar la percepción de la realidad, presentando una imagen alterada de la misma. Esto evidencia que la ideología no sólo legitima el orden social existente, sino que también ejerce influencia sobre la percepción de la realidad por parte de los individuos.

Ahora, la escena que ilustra el funcionamiento de la ideología desde la perspectiva de la legitimación se desarrolla cuando John Nada y su compañero Frank Armitage (interpretado por Keith David) son llevados por uno de los alienígenas, quien los confunde con reclutas nuevos, al interior del estudio de televisión Cable 54, donde se transmiten mensajes subliminales ocultos y se les muestra el equipo que envía señales al planeta Tierra para controlar lo que ven los seres humanos. Esta escena revela el objetivo principal de los alienígenas: legitimar su autoridad como clase dominante. Utilizan los medios de comunicación, como la televisión, para producir mensajes que mantengan a los seres humanos en un estado en el que sean obedientes y consumistas, esto con el propósito de mantener el orden social existente.

Por otro lado, la función integradora de la ideología, es posible verla en la escena en la que Nada y Armitage, entran en una reunión de alienígenas y humanos en el espacio. En el que se discuten sus planes sobre el dominio que tienen en la tierra y como aseguran que la población siga obediente y manipulable. En esta se dan las gracias al poder humano y a la elite, en donde se menciona que “Nos han dado acceso a los recursos que necesitamos en nuestra búsqueda progresiva de expansión multidimensional y a cambio el ingreso per cápita de cada uno de ustedes se ha incrementado en solo este año, con un promedio del 39%”. En relación a esto es posible ver cómo se forma una comunidad entre humanos y alienígenas de forma directa con el fin de perpetuar y apoyar las estructuras de dominación y control establecidas. Vemos no sólo cómo la ideología se legitima sino como forma una legitimidad asociativa en la que la misma sociedad, los humanos reclutados, fomentan y contribuyen ese orden establecido a favor de la clase dominante.

Finalmente, la escena que ilustra la comprensión de la ideología de Žižek, entendida como la idea de que la ideología es en sí misma la realidad de una sociedad y que, a partir de la creación de una identidad social, esta realidad es aceptada por parte de la sociedad, se presenta cuando John Nada pelea con su amigo Frank Armitage con el fin de que este último se ponga las gafas. La confrontación entre Nada y Frank simboliza el conflicto entre la percepción desde la ideología sobre la realidad de Frank y la verdad que Nada ha descubierto. Para Nada, ponerse las gafas, aunque pueda ser una experiencia traumática al cuestionar su percepción del mundo, lo libera de la falsa realidad impuesta por la ideología, mientras que para Frank, ponerse las gafas representa la aceptación de una verdad incómoda que él ya intuía pero que no quería admitir. Esta pelea entre Nada y Frank refleja la lucha interna y externa entre los individuos para confrontar la verdad detrás de la ideología y de reconocer que su realidad está moldeada por y para la ideología. Es por esto que, en la escena vemos cómo, después de intentar ignorar la verdadera realidad, Frank se ve obligado a enfrentarse a la verdad sobre la sociedad y el mundo en el que vive.

5. Consideraciones finales

A partir del análisis desarrollado, se concluye con esta reseña filmográfica que la noción de ideología reflejada en la película They Live de John Carpenter se relaciona con los enfoques marxistas-estructuralistas y hermenéuticos-discursivos. Desde la perspectiva marxista-estructuralista de Gramsci y Althusser, se evidencia cómo la ideología opera como un mecanismo de dominación y reproducción cultural de las relaciones de producción de la sociedad. Ya sea con elementos de coerción o persuasión del Estado. Por otro lado, desde la visión psicoanalítico-hermenéutica de Ricoeur y Žižek, se demuestra cómo la ideología no consiste únicamente en procesos de dominación, sino que también se basa en la aceptación social de esta dominación, convirtiendo a la ideología en la misma realidad. Todo esto se ilustra por medio de los personajes de John Nada y Frank Armitage, quienes a lo largo de la película se enfrentan a la premisa de que la percepción que ellos tenían de su sociedad estaba construida desde una ideología y no desde la verdad de su realidad. En conclusión, la película ofrece una representación de cómo la ideología opera en todos los aspectos de la sociedad, ya sea en lo político, cultural, social y económico. Así como también ofrece una crítica a la sociedad consumista y a la manipulación de los medios de comunicación, haciendo visible las estructuras estatales de dominación que se han normalizado en las sociedades.

6. Referencias bibliográficas

Althusser, L. (1988). Ideología y aparatos ideológicos de Estado. En: Ideología y aparatos ideológicos de Estado: Freud y Lacan (pp. 9-66). Ediciones Nueva Visión.

Carpenter, J. (Director). (1988). They Live [Película]. Alive Films & Larry Franco Productions. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=_z9hMartaFc

Hernández, R. (2006). Ese sublime objeto: la ideología en Žižek. Argumentos 19(52), pp. 149-176.

Mouffe, C. (1985). Hegemonía, política e ideología. En: Labastida, J. (Ed). Hegemonía y alternativas políticas en América Latina (pp. 125-145). Siglo XXI Editores.

Vargas, R. (2008). El concepto de ideología en Paul Ricoeur. Revista de Ciencias Sociales, 1(119), pp. 153-161.